
Los medios una vez más le echan la culpa a la juventud, al alcohol y a los coches de alta cilindrada.
Yo por mi parte me quejo de la hipocresía de todo aquel que lo piensa. Primero, porque no se sabe siquiera si el conductor daba positivo en la alcoholemia. Segundo porque aunque así fuera, el porcentaje de personas que consume alcohol y conduce a la vez es muy superior en otras franjas de edad que en la de los jóvenes. En este sentido me hizo gracia que el otro día le parasen con una furgoneta de reparto en medio de Vitoria a un compañero de trabajo de unos 30 años a las 16.30 horas de la tarde para hacer una alcoholemia en medio de Vitoria. Una vez más se equivocan. Pónganse señores a la salida de restaurantes a esas horas e incluso más tardías o paren a señores perfectamente trajeados que se acaban de pegar unas comilonas de trabajo. Obtendrán mayores resultados de alcoholemia y además podrán hacer frente a la multa con mayor holgura.
Por último los coches de gran cilindrada. No son precisamente los jóvenes los que más los conducen, y aún así hay que admitir que la mayoría de estos tienen mayores medidas de seguridad ante colisión, y en seguridad proactiva que los pequeños utilitarios.
Veamos la segunda parte del asunto. El porqué de este accidente que no es más que otro más en esa zona.
La carretera. Tercermundista. No llega ni a local, sin marcas que delimiten el carril, sinuosa a más no poder aunque no sea una zona especialmente montañosa, sin guardarrailes en la mayoría de las curvas, con unos arcenes inexistentes y además llenos de maleza con una altura tan espectacular que aunque si estuvieran limpios se vería un coche tres curvas más allá, en realidad parezca que conduces en un tunel.
Así son aquellas carreteras de aquella zona. Penosas. Los jovenes y adultos para trabajar o disfrutar de su ocio en aquellas aldeas de Lugo solo tienen una opción. Coger el coche. Y no me hablen del modelo de ocio. Es el de la sociedad del siglo XXI, y los jóvenes necesitan interactuar, relacionarse, en estas zonas con mucha mayor dificultad que en cualquier otra.
Y no me hablen del autobús nocturno para ir de fiesta. Para llegar a él desde sus aldeas de origen casi hay que hacer la misma distancia en coche por las mismas carreteras que para ir al lugar de ocio. Luego para ellos no era una opción.
Veamos cuantos siniestros hay en aquella zona y la gravedad de los mismos. Algo falla sí, pero no son ni los jóvenes, ni los coches ni el ocio. Hagan prevención señores con controles de alcohol y drogas a las salidas de las discotecas, hagan seguras las vías de circulación, pongan radares fijos en los lugares de mayor peligrósidad y no en rectas interminables en vías de 3 carriles. Velen de verdad por la juventud.
Descansen en paz y mi más sentido pésame a las familias. Me jode tener que hacer 2 post tristes seguidos pero esta es mi actualidad.
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